viernes, 9 de diciembre de 2016

Postura de los grupos políticos ante la falta de ofertas en el concurso taurino de La Blanca

Nueve concejales a favor, otros nueve en contra y en medio de ellos el Gobierno municipal, cuya decisión inclinará la balanza. La falta de interés empresarial por organizar la feria taurina de Vitoria, cuyo concurso quedará desierto salvo que llegue una improbable oferta enviada ‘in extremis’ por correo postal, ha dejado un Ayuntamiento más dividido que nunca a la hora de posicionarse a favor o en contra de la feria. En estos momentos sólo el PP apoya la repetición de la licitación, mientras que el bloque de izquierdas formado por EH Bildu, Podemos e Irabazi insiste en dar carpetazo a este asunto porque la ciudad no puede acoger eventos basados «en el maltrato animal». La pelota, por tanto, está en el tejado del Gabinete Urtaran. PNV y PSE deben decidir si dan nuevos pasos para que un empresario se encargue de estos espectáculos -que incluyen tanto las vaquillas como las corridas de Santiago y La Blanca- o si tiran la toalla y Vitoria se queda sin toros.

El grupo municipal del PP fue el primero en salir al paso para defender la versión del mundo taurino, convencido de que el endurecimiento de las condiciones del pliego ha sido clave en el resultado del concurso. «Esto es consecuencia de las condiciones impuestas, que eran poco atractivas para cualquier empresario. Y pone de manifiesto cómo PNV y PSE intentaron cubrir el expediente pero que en realidad nunca tuvieron intención de facilitar que la feria taurina se celebrase», denunció el concejal popular Iñaki García Calvo. El exresponsable de Cultura durante el Gobierno de Javier Maroto instó a Urtaran «a hablar claro de una vez», porque «si tiene una voluntad real de que haya toros, debería sacar un nuevo pliego». Técnicamente, y tras quedar desierto el primer concurso, también podría negociar directamente la prestación del servicio con las empresas interesadas.

«Sin subterfugios»

El bloque de izquierdas, en cambio, contempló con inquietud las informaciones publicadas ayer por este periódico acerca del interés de al menos tres empresarios por rescatar la feria. EH Bildu insistió en que el pleno declaró a Vitoria «ciudad libre de maltrato animal» en septiembre de 2015, a lo que hay que añadir que los registros de espectadores -que han descendido hasta tal punto que el anterior gestor, José Cutiño, renunció a seguir al frente del coso en septiembre- demuestran «que aquí no hay afición». Miren Larrion animó al Gobierno a «evitar subterfugios» que supondrían la repetición de la licitación o el inicio de un procedimiento negociado.

Desde las filas de Podemos, Jorge Hinojal dijo que le habría gustado más que hubiera sido la «voluntad política» la que determinara que «la muerte de un animal no forme parte del ocio gasteiztarra. Ya dijimos que la ciudadanía iba un paso por delante y que, dejando de acudir a la plaza, demostraba que no quería esta feria. Sacar el pliego ha sido un error de PNV y PSE, pero afortunadamente ha quedado desierto. Confiamos en que no haya argucias para celebrar lo que Vitoria ha demostrado que no quiere».

Óscar Fernández, de Irabazi, también apuntó que «los toros sin subvenciones públicas no tienen espacio en nuestra ciudad. Esperemos que no repitan el concurso. El fin del maltrato en el Iradier Arena parece cerca y desde Irabazi seguiremos luchando por ello».

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