jueves, 8 de diciembre de 2016

Eguzki exige no negociar el uso del Iradier Arena para permitir maltrato animal

Eguzki exige no negociar el interés general, y en especial el uso de la plaza Iradier para el maltrato animal, cambiando éste en fiestas por otros actos lúdicos y respetuosos
Hay normas que los promotores taurinos quieren no cumplir, y en cambio que la ciudad asuma sus costes y riesgos empresariales exigiendo un compromiso con el maltrato animal en una muestra de chulería, chantaje y prepotencia que roza la imposición y voluntad prevaricadora.
El día 2 de noviembre de 2016 se anunciaba el procedimiento para seleccionar empresario dispuesto a la “organización, explotación integral y gestión de espectáculos taurinos y artes afines” (sic.), lo cual suponía explotación de un espacio público bajo responsabilidad del equipo de Gobierno. Este y todos los usos, no puede estar justificado por los sádicos torturadores que viven con vehemencia la muerte en la plaza.
Entre las dos corridas de toros y la de rejones del año 2016 se dieron cita 6.156 personas (la suma de los tres días), muy por debajo del aforo total del Iradier Arena, que ronda las 7.900, es decir un 25,97€ del aforo.
En primer lugar, tras declarar una escasa afluencia a sus espectáculos taurinos, a pesar de invitaciones y publicidad encubierta, se declara un negocio ruinoso, renunciando el empresario José Cutiño. Y eso que se les incluyó en el programa oficial, difundió sus corridas como actos públicos y se les facilitaron costes de su actividad que estos empresarios se niegan a asumir a su cuenta.
Según estipula el pliego, el adjudicatario, debe abonar un canon anual de 3.000 euros, y los costes como la colocación de la arena de la plaza, los honorarios de la banda de música, así como costes médicos y veterinarios, aspectos todos que hasta ahora eran asumidos por el propio Ayuntamiento y que por fin se consideran de cargo de la actividad.

Tras finalizar el plazo para presentar solicitudes a la gestión por un año prorrogable parece ser que quedará desierto. Lo que podría ser una buena noticia de muerte de la feria por ser inviable económicamente, nos encontramos nuevamente con intentos de condicionar bajo presiones la cesión de la plaza para mantener la “feria taurina” Ello se evidencia en el intento declarado de contactar y negociar al margen del procedimiento por parte del promotor Feliz Fernández, y las declaraciones realizadas para “frexilibizar” los requisitos, negociar a la baja, y que el Ayuntamiento se comprometa con la rentabilidad privada de esta feria taurina.
Desde Eguzki consideramos que el patrimonio público no puede ser negociado y menos impuesto bajo exigencias y prebendas para el uso de la plaza. Por una parte, denunciamos el chantaje que se pretende realizar para que la ciudadanía asumamos costes propios de esa actividad y además se reclame una apuesta municipal con compromisos que evidenciarían poner alfombra al maltrato de palabra y hechos, en contra del sentir general.
Desde los foros pro- taurinos se marcan “dos opciones: O convocar un nuevo concurso de adjudicación, ajustando las condiciones del texto; o emprender una negociación directa con alguna de las tres empresas que se han interesado de forma directa o indirecta por hacerse cargo “. Pero ambas son interesadas y mostrarían una voluntad de ceder al interés privado, la tortura animal y los empresarios concretos, volviendo a realizar una excepción ad hoc para favorecer el uso como coso taurino. La tercera opción sería no convocar ni negociar nada, declarando desierto el concurso.
Ceder a un procedimiento negociado supondría una postura favorable de Urtaran para imponer a la cuidad los toros sirviendo en bandeja de plata el uso de la plaza según sus condiciones, y una conducta sumisa por parte del Ayuntamiento, el cual sería colaborador necesario de las corridas de toros y a favor de esta forma de tortura y maltrato animal.





Para Eguzki, todos los espacios públicos deben respetar los animales, incluido el Iradier Arena. Promover la “Feria taurina” y negociar con los empresarios conllevaría permitir las corridas en perjuicio del interés general, lo que contraviene el respeto a los animales y el principio de educación frente a la crueldad innata de las corridas de toros, es decir, donde se enseñará a torturar hasta la muerte a estos animales, en lugar de satisfacer auténticas necesidades sociales y ambientales de esta nuestra Green Capital.
En especial supondría perder dinero público para el beneficio privado, y ofertar la plaza como espacio para la tortura, pues no cabe duda que habría maltrato animal, sin plantear un uso alternativo y respetuoso. Y sería una actitud de dudosa legalidad pues junto al beneficio privado supondría ceder los recursos privados a las imposiciones de los promotores taurinos, en unas condiciones en las que el interés general y procedimientos se adaptarían a lo exigido.
El alcalde Sr. Urtaran no puede mirar para otro lado, ni escudarse en que no le gusta prohibir, pues debe aplicar el sentir mayoritario, y decidir (el ayuntamiento) el uso de esas instalaciones municipales, así como adoptar las medidas para valorar alternativas respetuosas, lúdicas y saludables en fiestas.
Este es un espectáculo cruel, sangriento y violento, que no debería permitirse en esta ciudad. Las corridas de toros son un espectáculo que trasmite y exalta los valores más negativos de una sociedad, como el uso injustificado de la violencia, el desprecio hacia los derechos de los animales, o el disfrute con la tortura y el maltrato animal.
Por todo ello, exigimos al Ayuntamiento la inmediata prohibición, sin exclusiones de ningún tipo, a todos los actos de maltrato, empezando por los actos taurinos y corridas de toros en nuestra ciudad, y por supuesto, la negativa a negociar, ceder flexibilizando costes, promoviendo o favoreciendo a los empresarios de la denominada feria taurina 2017.

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