lunes, 21 de diciembre de 2015

Garoña en serio: ITXITA, BETIKO!!!

El accidente de Fukushima, cuyo reactor número 1 es idéntico al de Garoña muestra el camino a los miembros del Parlamento y Gobierno español que se configure como consecuencia de las elecciones celebradas ayer. Algunos quisieron y quieren dejar todo atado y bien atado, amordazando nuestra voz y capacidad de ejercer la mayoría social en contra de su reapertura. Pero los trámites no permitieron zanjar la autorización antes de las elecciones, pues estaba parada, sin reparaciones ni autorización para su reapertura inmediata. Además, la cobardía del PP para no convertir Garoña en el tema clave de debate y votación en Araba, y su alusión a actuar “en serio”, nuestra que con Garoña nos jugamos mucho. Tanto como la seguridad y la vida, en serio, según los actos y miedos mostrados por el PP y el lobby pro nuclear a dar voz a la ciudadanía en riesgo.

Ante los resultados electorales no podemos mirar impasibles ante la petición de reapertura y funcionamiento de Garoña, ni considerar que es un trámite administrativo. EGUZKI reclama la paralización de todos los trámites para su autorización, y posteriormente el desmantelamiento, para garantizar el cierre definitivo e irreversible, dejando este cierre garantizado como compromiso ineludible tanto político como social.

Tras décadas de trabajo y denuncia contra la energía nuclear y en particular contra Garoña, se produjo su parada y posible cierre o reapertura bien como central nuclear o cementerio de residuos nucleares.

Endesa e Iberdrola han venido negociado con Soria 60 años de vida útil a las nucleares para mantener Garoña, de esta vetusta y peligrosa central nuclear de primera generación, que ha superado la fecha de caducidad cuya hipotética puesta en marcha. Ello supone un riesgo inasumible dadas la graves deficiencias, accidentes y catástrofes que se han producido en supuestos similares. La situación nos indicaba que el cierre no era definitivo, ante intentos por utilizar la instalaciones como almacén nuclear o proceder a la reapertura, mientras que el paso del tiempo jugaba a favor de su obsolescencia de materiales y agravación de riesgos.

Desde 1990, Garoña ha notificado más de 136 accidentes de seguridad Diversos estudios contrastados advierten de que Garoña presenta graves problemas de seguridad en sus sistemas de suministro eléctrico, refrigeración y contención. Inaugurada en 1971, su diseño es gemelo del primero y más antiguo de los cuatro reactores nucleares accidentados en Fukushima (Japón). El propio Consejo de Seguridad Nuclear indicó que Garoña sufre un proceso de agrietamiento múltiple por corrosión. La central de Garoña "es gemela del primero y más antiguo de los cuatro reactores nucleares accidentados en Fukushima, con un diseño obsoleto de hace medio siglo que ha acreditado una preocupante falta de seguridad en sus sistemas de suministro eléctrico, refrigeración y contención".
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Esto es lo que Eguzki demandaba en los últimos años esta medida, ya que Garoña debería haber estado cerrada hace mucho tiempo por vieja, por peligrosa, por innecesaria, por estar amortizada, porque lo demanda la sociedad.

Dado el estado de la energía, la voluntad popular respecto a Garoña y los riesgos de todas las plantas nucleares, especialmente las más antiguas como es el caso de Garoña, desde el colectivo ecologista Eguzki, exigimos una vez más la orden inmediata de pre-desmantelamiento, pues entonces"será muy difícil volver atrás" a operar o engañar con el árbitro del CSN comprado para darle un barniz de estudio a un teatro de la imposición.

Una central conocida como “la de las mil grietas", no puede ser moneda de cambio ni de intereses economicistas y continuar funcionando puede dar lugar a averías o problemas graves que generen la paralización de la planta o incluso un accidente con escape radiactivo incluido.

El accidente de Fukushima, cuyo reactor número 1 es idéntico al de Garoña muestra el camino a los miembros del Parlamento y Gobierno español que se configure como consecuencia de las elecciones celebradas ayer. Este camino debe ser el cierre definitivo por la falta de condiciones de seguridad y el riesgo para más de un millón de personas de su entorno. que supone para la población

Es el momento de hacer una suma de respuestas y de frentes de confrontación con la propietaria, el PP como firme defensor de su reapertura, y sobre todo una exigencia a todos los gobiernos, gobernantes, políticos, o empresas a no poner en peligro la vida de las personas y cerrarla para proceder a su desmantelamiento.

Desde Eguzki, ponemos el acento del debate en la seguridad y en la voluntad mayoritaria que ha pretendido ser violada con la posible reapertura de Garoña, por lo que a criterio de Eguzki, el cierre de Garoña debe ser algo irreversible y, tan solo hace falta que, de una vez por todas y se apruebe el plan de seguridad y desmantelamiento y otro de dinamización laboral en la zona, puesto que Garoña es una planta nuclear que debería haber estado cerrada hace mucho tiempo por vieja, por peligrosa, por innecesaria, por estar amortizada, porque lo demanda la sociedad.

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