sábado, 14 de enero de 2012

CCOO pide prohibir la extracción de gas mediante 'fracking' y retirar los permisos concedidos

La secretaría confederal de Medio Ambiente de Comisiones Obreras (CCOO) insta al Gobierno a que prohíba la extracción de gas no convencional mediante el método de fractura hidráulica porque implica "graves impactos ambientales" para obtener un "bajo" rendimiento energético.

CCOO demanda un "paso atrás" en la autorización de estas técnicas y que se retiren los permisos que ya existen para su próxima aplicación en Cantabria, País Vasco, Burgos, La Rioja y, posiblemente en Huesca y Cádiz.
El contenido del informe es este.
En Cantabria, la licencia de investigación aprobada por el Gobierno regional a finales de la pasada legislatura (marzo-abril de 2011) a la empresa Trofagás Hidrocarburos para buscar gas metano mediante fracking en nueve municipios de la zona Saja-Nansa, ha provocado las críticas de las organizaciones ecologistas y colectivos sociales, entre ellos el 15-M.

Y ha generado especial inquietud en la zona de afectación del proyecto, un área de cerca de 25.000 hectáreas perteneciente a los ayuntamientos de San Vicente de la Barquera, Valdáliga, Rionansa, Tudanca, Udías, Cabezón de la Sal, Ruente, Cabuérniga y Los Tojos.

El secretario confederal de Medio Ambiente de CCOO, Llorenç Serrano, ha señalado que el impacto ambiental de la técnica, conocida también como 'fracking', "no compensa los beneficios que de ella se obtienen" y asegura que existe una falta de normativa sobre ella, porque no está claro si necesita o no declaración de impacto ambiental.

"En España debemos descartar esta técnica, al menos, hasta que no se conozcan bien las consecuencias", ha apostillado.

Entre los principales riesgos, ha destacado el uso de una importante cantidad de agua; el uso de unos 500 contaminantes químicos; las fracturas en las rocas, que pueden poner en contacto los acuíferos subterráneos con sustancias nocivas para la salud, entre ellas, algunas radiactivas; el almacenaje de agua ya usada y su gestión como residuo; la necesidad de varias perforaciones en un terreno muy reducido; el impacto de la construcción de carreteras y viales para llegar a los pozos o las importantes emisiones de gas metano a la atmósfera.

La técnica se utiliza para extraer gas no convencional, como el gas pizarra, mediante un sistema que consiste en perforar verticalmente la tierra hasta llegar a la capa de pizarra. A continuación se le pone un tubo de acero recubierto de cemento para proteger los acuíferos de aditivos químicos. Posteriormente, una vez que se llega a la pizarra se realiza una perforación horizontal que puede llegar hasta los tres kilómetros. Una vez realizados estos procesos, en la capa de pizarra se usan explosivos para fracturar la zona y después, se inyecta por etapas "miles" de toneladas de agua a muy alta presión mezclada con arena y hasta 500 aditivos químicos.

Por este motivo, CCOO demanda un "paso atrás" en la autorización de estas técnicas y que se retiren los permisos que ya existen para su próxima aplicación en País Vasco, Cantabria, Burgos, La Rioja y, posiblemente en Huesca y Cádiz. Además, los proyectos son de promotoras extranjeras como Shuepbach (Tejas, Estados Unidos); Trofagas (filial de la estadounidense BNK) y Leni Oil and Gas (Gran Bretaña). Por el contrario, el fracking está autorizado en Reino Unido, España y en Polonia, donde se prevé que comiencen las explotaciones en 2014.

Hasta la fecha, el 'fracking' ha sido prohibido en Francia, en Bufalo (Estado de Nueva York, EEUU); Pittsburg (Pensilvania, EEUU), y se ha impuesto una moratoria en Canadá y Sudáfrica. Además, la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria de la Unión Europea solicitó un informe sobre el impacto de la técnica de fractura hidráulica sobre el medio ambiente y la salud humana al Instituto Wuppertal.

Dicho informe recomienda acometer un marco regulatorio, reevaluar el alcance de la Directiva Marco de Agua en relación a esta técnica; considerar la prohibición general del uso de químicos tóxicos en este tipo de técnicas o, al menos, conocer públicamente todos los productos utilizados, y plantearse la consideración a desarrollar una nueva directiva europea que regule de forma exhaustiva estas cuestiones.

Serrano subraya que la apuesta de CCOO son las energías renovables que generan capital español y empresas españolas, porque la organización es "favorable" a las fuentes de energía autóctonas, limpias y de bajo impacto ambiental.

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